En la Iglesia Ortodoxa, los sacramentos son llamados Santos Misterios, porque por medio de ellos se nos da la gracia de Dios en Cristo por el Espíritu Santo. Aunque tradicionalmente se enumeran siete, toda la vida en la Iglesia es de naturaleza sacramental, porque todo en ella participa del Reino de Dios ya presente entre nosotros.

1. Bautismo

Es el nuevo nacimiento por el agua y el Espíritu, por el cual morimos al pecado y resucitamos con Cristo. Nos une a Su Cuerpo, la Iglesia.

2. Crismación

Conocido también como confirmación, confiere el don del Espíritu Santo al recién bautizado. Es nuestro Pentecostés personal, mediante la unción con el Santo Crisma.

3. Eucaristía

Sacramento central de la vida eclesial. Al participar del Cuerpo y la Sangre de Cristo, entramos en comunión con Dios y con los hermanos. No es símbolo solamente, sino presencia real y mística de Cristo resucitado.

4. Penitencia

Es el regreso del pecador a la comunión con Dios. A través del arrepentimiento y la confesión, recibimos el perdón y somos reconciliados con la Iglesia.

5. Matrimonio

Santifica la unión del hombre y la mujer, dándole un carácter eterno y espiritual. Es imagen del amor de Cristo por su Iglesia y camino hacia la santidad en la vida familiar.

6. Unción de los enfermos

Otorga curación espiritual y física, según la voluntad de Dios, y une el sufrimiento del enfermo a la Pasión de Cristo. No es un sacramento reservado a los moribundos.

7. Ordenación

Por la imposición de manos y el Espíritu Santo, los obispos, sacerdotes y diáconos son constituidos para servir y hacer presente a Cristo en medio del pueblo. No actúan en lugar de Cristo, sino que manifiestan Su presencia activa.